El abogado como todos sabemos cumple una
función social, relacionándose con cualquier tipo de persona incluyendo esto diferentes clases o
estratos sociales. El abogado es una persona la cual muchos lo ven como una
ayuda para resolver sus problemas o alguien quien los saque de ellos, mientras
que para otros es todo lo contrario, el abogado puede ser el problema o el
martirio de una situación o de su vida completa. Todo es relativo, cada quien
busca en si el beneficio que quiere
obtener a través de este y de las funciones que le brinda el abogado a la sociedad.
Siendo así estas acciones buenas o malas que el abogado puede brindar a su cliente trae
consigo ciertas repercusiones o afectaciones, no en todos los casos pero en la
mayoría, ante la sociedad pudiendo llegar a impedir, afectar o limitar su
tranquilidad y confianza, incluyendo la de su propia familia.
A
raíz de lo anterior nos hacemos o podemos plantear la siguiente pregunta: ¿Quién
garantiza la tranquilidad y confianza en el desarrollo de las funciones de un
abogado en la sociedad? ¿Pero de dónde se desencadena la respuesta de esa
pregunta? A mi juicio, se desprende de este interrogante: ¿Qué tanto daño o
afectación puede causar la decisión de un abogado en la sociedad?
Bien sabemos cómo lo dice Gordon Robert W,
(1999): el abogado “representa al cliente ante el sistema jurídico; pero
también representa al sistema jurídico ante el cliente”. Siendo así el abogado
vendría a ser por un lado el
representante de la persona ante el Juez o tribunal para que se le cumplan sus derechos,
y por el otro lado el abogado representaría la aplicación de los métodos o leyes justas
ante su cliente, cumpliendo el orden de instancias que el sistema jurídico
designa. Cuando el obrar del abogado no es de conformidad ante su cliente,
poniendo el caso por ejemplo de una persona delincuente la cual sus delitos
hayan sido por narcotráficos, dinero mal usado, malas influencias o situaciones
en las cuales tuvo repercusiones sociales graves, el deber del abogado justo
seria, pues que este aceptara las faltas cometidas y por ende cumpliera la pena
que se le impone. El abogado ante la decisión de un Juez y viendo el caso del
delincuente, como función suya debería hacer lo más justo posible ¿Cómo?, defendiendo al máximo la mayoría de sus
derechos fundamentales pero a la vez protegiendo también los intereses de las
otras personas que se vieron afectadas por el delincuente. Cuando se da
solución al caso del delincuente se da por terminada y él queda como lo
establezca el juez o el tribunal cumpliendo la pena que le imponen. Este,
estando preso, puede tomar ciertas represalías contra el abogado quien en su
sano juicio no pudo ni tuvo otra manera de defenderlo cuando las pruebas
estaban en su contra y la ley tenía para él su condena. Y no solamente este
carcelario lo podrá hacer contra el abogado sino contra su familia también.
Viendo la situación desde este punto de
vista la tranquilidad de este abogado al igual que muchos otros casos en donde
se ven afectados los juristas viene a ser perturbada y poco estable. Y ¿quién
le garantiza su seguridad? La mayoría de las personas simplemente se les da por
juzgar, criticar y catalogar a los abogados en un mal concepto Como lo cita Hernández
Romo, (1988): “El abogado es un charlatán, tramposo y chapucero que trata de
enredar a sus clientes, al juez y al adversario con un lenguaje inteligible”.
Así se presenta ante nuestra sociedad a los miembros de nuestra noble
profesión, encarnados en el “Licenciado Buitrón” en las pantallas de
televisión”. Sin embargo nadie se pone en el lugar de ellos ni en el de sus
familias cuando está la posibilidad del riesgo de su vida, y la de su familia,
la cual depende económicamente y afectivamente de este.
Aquí nos podemos dar cuenta del riesgo
que existe en los abogados al realizar su labor como podemos observar en el
siguiente interrogante que nos plantea Díaz Granados, (2004): “Nuestro oficio”
¿Es hacer triunfar a la justicia o a nuestro
cliente? ¿Iluminamos al tribunal o procuramos cegarle?” De la decisión que
tomemos para tener una respuesta a las preguntas antes planteadas se va a
desencadenar las repercusiones o situaciones que afectarían al abogado en la
sociedad que en el caso que estas sean malas van a generar inseguridad y falta
de tranquilidad tanto en el abogado como en sus relaciones personales.
Por eso la labor del abogado implica mayor
riesgo tanto el área laboral como en la social, aunque siempre su función va a
ser en la sociedad dando a cada quien lo justo y cumpliendo las normas y leyes
que se deberían de aplicar para cada caso en particular.